A dias de tu cumpleaños. Cuarenta y nueve, madre mia, estas mayor ya. Te aproximas a los cincuenta. Cuantos años llevamos sin celebrarlo juntos... muchos, demasiados. Con lagrimas en los ojos recuerdo nuestras ultimas vacaciones, esos dias en los que echaba de menos mi vida pero tu me invitaste a la tuya, a conocerte de verdad. Jamas estuvimos muy unidos, solamente nos unian esos domingos en el campo. Tu, Pepe, Jose y yo. Esperaba ansiosa toda la semana a que entrases por la puerta el viernes. Parecia que no me importabas y, a dia de hoy, tras haber pasado ya casi siete años, aun me armo de valor para fingir que no me importas. A penas puedo olvidar como me llamabas pequeña o conejita y lo especial que eso me hacia. Pero me echaste de tu vida y tuve que hacerme fuerte. Llamarte e invitarte a mi vida siempre fue quedarme esperandote. A penas me dedicaste un par de horas para el acto de graduacion. Ahi estaba yo, subida al escenario y buscandote entre el publico. Nunca llegaste. Al igual que nunca llego tu felicitacion de mis dieciocho. No te haces una minima idea de lo mucho que te echo de menos, papa. Espero que algun dia llegues a querer incluirme en tu vida de nuevo.
Te quiero papa.
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