jueves, 7 de marzo de 2013

Musica

Llegas a casa, te tumbas en la cama y pones musica. ¿Volumen? Maximo, y porque no hay mas. Primero escoges algunas canciones. Algunas cañeras, de estas de fiesta, eso no deprime a nadie. Es justo lo que necesitas. Pero luego, dejas que se cambien solas las canciones porque dices: bah, seguro que no duele ninguna. Consigues poner la mente en blanco, el plan funciona, y justo entonces PAM, el primer golpe pero no el menos duro. Una cancion que describe justo lo que sientes por esa persona. No molesta, le quieres y eso no te duele. Siguiente cancion, que siga la mente en blanco. Pero ahi estas, en el segundo asalto y PAM, no solo describe lo que sientes si no tambien la situacion por la que estas pasando. No llega ni al estribillo y tu mente ya esta dando mil vueltas. El plan a fallado. A penas consigues llegar al final de esa cancion sin que tus ojos se inunden de lagrimas y, entonces, ya todo esta perdido. La cancion termina y tu cabeza le da vueltas a ese tema por el que habias procurado desconectar del mundo. Lloras justo como al principio te apetecia llorar, como lo que habias evitado desde un primer momento. Y, justo en ese momento, no sabes por que pero pones la misma cancion una y otra vez. Sabes que duele, que te hace estar mal, que es lo que no necesitas para nada pero la sigues escuchando.
Y, al momento, lo entiendes todo. Ya no te sientes solo, te das cuenta de que, aunque no sepas quien es, conoce completamente como tu te sientes y ha pasado por ello. No estas solo, hay mucha gente luchando por seguir adelante por lo mismo que tu y muchas otras personas habran conseguido vencer ese problema y seguir escuchando esas canciones de discoteca en las que solo te paras y las pones en repeticion si te sientes feliz con toda tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario