“Entonces, tu vida tan perfecta como siempre, ¿no?“ “Exacto.“ Ese exacto significaba justo lo que no queria saber. Estaba genial, su vida era perfecta. De qué me iba a extrañar eso ya. A penas habia notado que llevabamos sin vernos mas de tres meses. Tres meses en los que mi pensamiento era él. No formaba parte de mi pensamiento, simplemente, era el. Pero para él no importaba todo ese tiempo, todo estaba genial en su vida. Por una parte, me alegro, por otra, me destruye saberlo. “Me alegro de que seas feliz“, es cierto. A pesar de que me hayas jodido el fin de semana y el dia entero, por perfecto que haya sido. Por muchas veces que me has dicho que significo algo para ti, que mis palabras te importan y que te alegra verme, ya no se que pensar.
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